sábado, 14 de junio de 2008

Videojuegos que tu sobrinito no olvidará

Siempre hay quien cree que cualquier tiempo pasado fue mejor, incluso en un contexto con una historia tan breve como la de los videojuegos. Por supuesto que me emociono al recordar los juegos que descubrí en mi infancia, pero no porque fueran mejores que los actuales, sino simplemente porque fueron los primeros. Nunca se olvida el primer amor, como nunca podré olvidar cuando los reyes magos me trajeron la NES.

Claro que tampoco quiero decir que las nuevas versiones sean siempre superiores a los clásicos: hay muchos ejemplos de 'remakes' mejorados técnicamente pero menos redondos que los originales en los que se basan. Uno reciente, ‘Zelda: Twilight Princess’ (Wii, 2007). Es, junto al ‘Mario Galaxy’, el título más valorado del catálogo de Wii por la mayor parte de la crítica, cosa que no entiendo porque me parece uno de los capítulos más flojos de la posiblemente, más hermosa y compleja aventura electrónica. Desde el tercero de la saga, ‘A Link to the Past’ (SNES, 1991), cualquier Zelda producido en estos diecisiete años es una obra maestra. En ‘Twilight Princess’ hay un intento de estilizar tanto al protagonista como a su entorno; Link ha crecido. Ya no es un dibujo animado redondito, sino una figura más espigada. Visualmente, para ser un juego del 2007, es feo, cuando los anteriores siempre eran avanzados técnicamente para su época. El diseño de las mazmorras ni siquiera se acerca a la que sigue siendo la cima de la saga, el ‘Ocarina of Time’.

Hay motivos para el pesimismo en el sector del videojuego. Si un lector no iniciado abriese una revista especializada se encontraría con que los juegos más esperados son continuaciones o nuevas versiones. Gears Of War 2, Metal Gear Solid 4, Resident Evil 5, Final Fantasy XIII. Mirar las listas de ventas desespera por la mediocridad de la media, y grandes juegos como ‘Dead Rising’ no han sido del todo aceptados. Pero creo que la sensación será muy parecida al comparar esa lista con la de las películas más vistas o los discos más vendidos. ¿Quiere eso decir que la situación actual del videojuego es peor que en la 'época dorada'? Para nada. No existe tal época. Si hace 15 años hubiese jugado a ‘Bioshock’ me habría caído del susto.

A pesar del aparente estancamiento también hay razones para llegar a la conclusión de que nunca hemos estado como ahora. La mayor parte de los juegos producidos no merecen la pena, pero cada año nos aseguramos joyas como Half Life 2 o GTA: San Andreas (2004) God of War, Guitar Hero (2005), Gears of War o Wii Sports (2006), Bioshock, Portal o Super Mario Galaxy (2007).

Además de continuaciones, hay muchos proyectos interesantes actualmente. Estos son los que más ganas tenemos de probar



El juego más importante de Playstation 3. Si Nintendo acerca a los abuelos a jugar y Microsoft premia a los jugadores más duros, Sony apuesta por dar herramientas de creación de contenidos a sus usuarios, y a la cabeza está este curioso juego de plataformas protagonizado por muñecos de hilo donde el jugador tendrá libertad para crear sus propios niveles. Las próximas entregas de sagas de Sony como ‘Buzz!’ o ‘Singstar’ ya incluyen opciones para crear y compartir, pero ‘Little Big Planet’ es algo diferente. El editor no es un añadido, sino la propia esencia del título. Es como jugar con Lego pero con vida propia.


Gracias a ‘Resident Evil’, y sobre todo a su cuarta entrega, los juegos de terror han dejado de ser minoritarios. ‘Dead Space’ aprovecha el legado del juego de Capcom y lo traslada a una nave espacial de un futuro próximo. Una atmósfera opresiva (nada menos que un vehículo espacial con toda la tripulación desaparecida), un control a lo RE4 y sustos con aliens. En la demo que hemos podido probar destacaba todo el aspecto del juego, con lámparas defectuosas que iluminan a ratos el escenario y otras nos dejan a oscuras, trampas de los enemigos, unos menús emergentes al más puro estilo ‘Minority Report’ y una buena dosis de casquería.



Un enigmático trailer fue lo primero que conocimos de 'Mirror’s Edge'. Ahora que el proyecto ya está casi acabado, hemos visto una versión bastante avanzada (aunque no pudimos jugarla). Es un juego de plataformas en primera persona, algo que asusta con sólo oírlo. Si consigue tener un control asequible, el juego puede ser una pasada: la estética, con esos blancos cegadores, es totalmente diferente, y eso ya es de agradecer. Es arriesgado, pero encontrarnos con un juego en primera persona, FPS (First Person Shooter) en el que no vemos una enorme metralleta en primer plano y el escenario detrás ya inspira.

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